No es precisamente música comercial lo que estoy estoy escuchando últimamente, y llamadme hipster o lo que queráis, pero en las últimas semanas me ha dado por la música acústica. Y una de las artistas que mas he estado escuchando es Christina Perri, de la cual os hablé hace poco.
Rompiendo cualquier regla estética poniendo todo su trabajo sin una sola mayúscula, Christina nos da un memorable segundo álbum que -sin tener clásicos instantáneos como "jar of hearts" o "arms"- da bastante juego. Uno de los cortes que más destaco es "burning gold", segundo single y con un sonido que mezcla a la Sara Barailles en su versión más uptempo y los principales éxitos de fun., por lo que te gustará si te gustan las canciones que suenan en los anuncios de Windows.
También me gustan bastante algunos temas sueltos del disco, como la íntima "one night", "i don't wanna break" (en la cual rescata el sonido minimalista con el que nos enamoró en su primer trabajo), "sea of lovers" y la emotiva "butterfly"; pero no es hasta "human" cuando la cantautora nos toca de verdad tanto la cabeza con su armonía como el corazón con su emotividad.
Se nota que gracias a su archiconocido "A Thousand Years", Christina ha sufrido una más que notable evolución musical, apartando un poco ese sonido amateur de su debut para darle un enfoque mas profesional, aunque mantiene ese toque íntimo que tanto la caracteriza.
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